La Santa Capilla de París es una de las construcciones religiosas más antiguas y queridas por los parisinos. Conoce su historia y contempla sus vidrieras.
La Santa Capilla está ubicada en la Île de la Cité, muy próxima a la Catedral de Notre Dame. Se construyó en 1242 por orden del Rey Luis IX para custodiar las reliquias de la Pasión de Cristo, la corona de espinos y una parte de la cruz de Jesucristo, que había comprado un año antes a Balduino II, el emperador de Constantinopla.
El proyecto de edificación de esta capilla se dice que se llevó a cabo por el arquitecto Pierre de Montreuil, también creador del diseño de la Basílica de Saint-Denis y parte de la Catedral de Notre Dame. La construcción, que duró tan solo 6 años, está considerada como una joya del gótico temprano francés.
El templo tiene unas dimensiones de 36 metros de largo, 17 metros de ancho y 43 de alto. Se divide en dos capillas:
Es la más suntuosa y bonita. Estaba destinada al rey y a su corte y es donde se custodian las reliquias de la Pasión de Cristo.
Estaba reservada al servicio de la corte y a los plebeyos. La decoración era más modesta, pero no por ello menos sorprendente.
Lo más llamativo de la Santa Capilla es la gran extensión de vidrieras que decoran su fachada, sobre todo en la capilla alta, que otorgan al interior una hermosa, colorida e intensa iluminación.