La Basílica del Sagrado Corazón (Sacré Cur) es una de las iglesias más famosas de París. Se alza en lo más alto del barrio de Montmartre en el distrito 18.
Su llamativa fachada blanca, junto con un bonito diseño, domina toda la ciudad.
Su construcción se inició por decisión de la Asamblea Nacional en 1873 como homenaje a los soldados franceses caídos en la Guerra Franco-Prusiana y para redimir los pecados cometidos por la Comuna de París. El encargado de llevar el proyecto a cabo fue el arquitecto francés Paul Abadie, que tras ganar su diseño el concurso de arquitectos, comenzó las obras en el año 1875. No fue hasta 1914 cuando la basílica se completó y pasaron 5 años más hasta que se consagrara como iglesia.
El impresionante monumento de estilo romano-bizantino tiene una planta en forma de cruz griega, decorada con 4 cúpulas pequeñas y una mucho más grande en el centro, que dota a la basílica de una altura de 83 metros. En la torre de la parte posterior se esconde la denominada Savoyarde, una campana de 3 metros de diámetro y un peso de 26 toneladas.
Aunque el turista no esté interesado en monumentos religiosos, no se puede perder las vistas desde la Basílica del Sagrado Corazón, que ofrece el punto más elevado de París, a unos 130 metros de altitud.
Una manera cómoda de llegar es mediante el Montmartrobus que sale desde la estación de metro de Pigalle hacia la cima de la colina de Montmartre. Para los más perezosos una fórmula muy interesante es utilizar el funicular próximo a la estación de metro de Anvers. Pero sin duda la mejor forma para visitar este monumento es caminando, utilizando las largas escaleras que nos elevarán hacia la blanca basílica.
Página web: http://www.sacre-coeur-montmartre.com