Situado al norte del Museo Louvre, este llamativo palacio curiosamente no sirvió como residencia de ningún monarca. Conoce su historia y sus jardines.
El Palacio Real es un enorme conjunto de edificios y jardines situados en el centro de París, al norte del Museo del Louvre. Fue construido en el año 1624 sobre el antiguo Hôtel de Rambouillet por el Cardenal Richelieu, un importante religioso y ministro de la época. Tras su muerte el edificio y la finca pasaron a manos la corona francesa.
Tras la muerte del rey Luis XIII, se instalaron en el palacio su viuda Ana de Austria y el infante y heredero Luis XIV, que vivió aquí prácticamente toda su infancia. Fue durante este periodo cuando se empezó a conocer como Palacio Real.
Durante la revolución de 1848 el palacio fue tomado y saqueado por masas de gente incontrolada. En el año 1871 fue casi destruido, excepto sus cimientos, sobre los que se realizaron trabajos de reconstrucción que acabaron 5 años después. Acto seguido el edificio fue entregado al gobierno francés. Actualmente es la sede del Consejo de Estado, del Ministerio de Cultura y del Consejo Constitucional.
El acceso a las instalaciones no está abierto el público pero se puede pasear por sus elegantes y cuidados jardines.
Los Jardines del Palacio Real están abiertos al público desde hace varios siglos. Es un refugio tranquilo en pleno corazón de París que se expande alrededor de una refrescante fuente con una hermosa y llamativa escultura. El jardín es un buen lugar de esparcimiento donde pasear. También es agradable sentarse en sus bancos bajo la sombra de alguno de sus frondosos y cuidados árboles. Rodeando el jardín por tres de sus lados se pueden encontrar edificios con largos soportales arqueados que dan cobijo a tiendas, galerías, restaurantes y cafeterías.
Aprovecha tu visita al Museo del Louvre para acercarte al espléndido Palacio Real mientras das un paseo por sus magníficos jardines.